Mini tartas de rosas – Recetas Fáciles
Estas minitartas de rosas para el Día de la Madre dejarán boquiabiertas a vuestras progenitoras, y además son más sencillas de lo que puedan parecer, porque no se trata más que de unas cuantas capas de bizcocho genovés relleno de buttercream teñido de rosa, en forma de mini layer cakes. Y en este blog ya dominamos el tema genovesa y el tema buttercream. ¿Qué no?
Si no sois forofos/as del color rosa no hay problema, podéis teñir la crema del color que queráis con nuestro surtido de colorantes. Eso sí, os diremos la verdad: para hacer las bonitísimas rosas de crema de estas tartitas, inspiradas en las de este blog, necesitamos unas detallosas boquillas rusas con las que hacer maravillas con un mínimo esfuerzo. Vuestra madre se derretirá. Lo prometemos.
Estos dulces que a primera vista parecen algo laboriosos tienen la ventaja de que su elaboración se puede dividir en varias etapas: el bizcocho se puede hacer y recortar en círculos el día anterior y guardarlos en una bolsa de plástico (o incluso congelarlos bien envueltos). En una segunda etapa no tenemos más que preparar la crema de mantequilla y aplicarla. Y para ello tenéis todo el material en nuestra tienda, desde las mangas pasteleras de todas clases a los colorantes.
Receta de tartitas de rosas
Ingredientes (para 4 tartitas de 3 capas):
Plancha de bizcocho genovés
Buttercream rosa
Elaboración:
Plancha de genovesa
- Ponemos el horno a calentar a 175ºC para que esté listo al acabar de preparar la masa.
- Ponemos los huevos en un bol. Pesamos en una báscula el azúcar y la añadimos. Batimos con varillas, con robot o batidora de mano, a velocidad media-baja primero y aumentando la velocidad una vez que empiecen a espumar, hasta que esponjen, blanqueen y lleguen al punto de cinta.
- Pasamos la harina de repostería por un tamiz y la agregamos a los huevos montados junto con el extracto de vainilla. Mezclamos con una espátula, con movimientos suaves y envolventes, hasta que no se aprecien grumos de harina.
- Preparamos una bandeja forrada con papel de hornear con los bordes doblados para que contenga la mezcla y engrasado con spray antiadherente o mantequilla y harina.
- Vertemos la masa cruda y alisamos con mucha suavidad con la espátula. Metemos la bandeja en el horno y cocemos el bizcocho 12-15 minutos, hasta que esté doradito.
- Lo sacamos y con el mismo papel lo pasamos a una rejilla para que enfríe.
- Cuando el bizcocho esté frío, cortamos círculos de bizcocho con un cortador de 7 cm; deben salirnos 12 círculos para 4 tartas de 3 capas. Los podemos guardar en una bolsa hasta el día siguiente, además así cogen algo de firmeza.
Buttercream rosa
- Preparamos el buttercream pasando el azúcar glas por un tamiz o colador para quitar terrones. Lo ponemos en un bol.
- Agregamos la mantequilla ablandada, la leche y el agua de rosas, y batimos en el robot con la pala, lentamente primero hasta integrarlo todo, y luego más rápidamente hasta que el buttercream esté liso y brillante, con la consistencia casi del helado.
- Ahora teñimos el buttercream añadiendo pequeñas porciones de colorante en gel, poco a poco hasta obtener el tono deseado. Nosotros hemos usado un tono de rosa para el relleno y otro tono algo más oscuro para las florecitas de crema. Añadimos el colorante y batimos un poco, rebañando bien el fondo del bol con la espátula, hasta homogeneizar el color.
- Pasamos más o menos 2/3 de la crema a una manga pastelera con boquilla lisa para aplicar el relleno. Añadimos algo más de colorante a la crema restante para obtener el tono un poco más oscuro de las flores. Homogeneizamos y pasamos este mezcla una manga desechable con una boquilla rusa.
- Colocamos una base de cartón en un stand giratorio y la pegamos con un pegotito de crema. Ponemos el primer bizcochito y aplicamos un poco de relleno con la manga.
- Ponemos encima el segundo bizcocho, volvemos a poner relleno con la manga y acabamos poniendo la tercera capa de bizcocho. Aplicamos un poco de buttercream por los laterales de la tartita y pasamos una espátula acodada y luego una rasqueta para eliminar el sobrante, como en cualquier nude layer cake.
- Acabamos la tarta escudillando las florecitas (tulipanes) con la manga de la boquilla rusa; requiere un pelín de práctica que queden todas las flores iguales, pero enseguida se le pilla el tranquillo.
- Montamos el resto de las tartitas por el mismo procedimiento y las metemos en la nevera para que el buttercream rosa se ponga firme.
El Día de la Madre no pasará desapercibido si preparáis estas minitartas de rosas porque… miradlas, son un robaplanos en cualquier mesa que sirváis. ¿No os apetece probar ese bizcochito tierno con su crema de mantequilla?