Tarta corazón para San Valentín
Llegó el momento de agasajar a nuestro tortolito o tortolita con esta tarta corazón para San Valentín, más bonita, imposible. Una tarta de capas, que se podría decir que es un layer cake, o nude cake, con bizcocho de chocolate relleno de buttercream teñido con colorante rosa en varios tonos… si es que hay que quererla.
Hemos usado la propia receta de bizcocho de chocolate que acompaña a los lindos moldes de corazón de Wilton. Tengo varios de estos moldes y el antiadherente es magnífico, los bizcochos no se pegan nada si engrasas correctamente con spray antiadherente. Un tesoro para toda la vida. La única precaución que hay que tener con esta tarta es que, al no tener cobertura los bizcochos, conviene hacerla el mismo día que se va a consumir o taparla muy bien y guardarla en la nevera para que no reseque.
Para decorar con el buttercream hemos usado tres boquillas de las que tenemos en la tienda y mangas desechables que facilitan mucho la labor. Además del bonito plato giratorio que también hemos usado para presentar la tarta.
Receta de tarta corazón de San Valentín
Ingredientes:
Bizcochos de chocolate
Buttercream de decoración
- 750 g de mantequilla ablandada
- 750 g de azúcar glas
- 30 g de leche entera
Boquillas utilizadas
Elaboración:
Bizcochos de chocolate
- Cuando la mantequilla con el azúcar blanquee añadimos los huevos de uno en uno sin dejar de batir a velocidad baja, integrando bien y rebañando las paredes con una espátula. Añadimos también el extracto de vainilla.
- Añadimos los sólidos en un par de tandas, intercalando con el yogur/buttermilk, hasta obtener una masa homogénea.
- Distribuimos la mezcla entre los cinco moldes; yo prefiero pesar en la báscula para que la distribución no sea a ojo, en total tenemos aproximadamente 1 kg de masa.
- Ponemos los moldes en una bandeja de horno y cocemos los bizcochos a 165ºC durante 15-20 minutos, con calor arriba y abajo. Cuando estén cocidos (probamos con una brocheta) los sacamos y esperamos 10 minutos para desmoldarlos, porque son muy tiernos.
- Desmoldamos sobre rejilla y dejamos enfriar. Si queremos que estén más firmes al montar la tarta o queremos organizar la preparación en dos días, metemos los bizcochos en una bolsa de plástico, separados con papel de hornear, y los guardamos hasta el día siguiente.
Montaje de la tarta
- Cuando vayamos a montar la tarta preparamos las mangas desechables y las boquillas.
- En el bol de un robot ponemos la mantequilla ablandada y el azúcar glas junto con la leche. Batimos primero a baja velocidad, hasta integrar, y luego durante unos cinco minutos a alta velocidad hasta que el buttercream esté bien montado, untuoso y esponjoso.
- Teñimos todo el buttercream de rosa clarito con un poco de colorante rosa; lo aplicamos con el mango de una cucharita o con palillos desechables. Homogeneizamos el color batiendo en el robot.
- Retiramos más o menos un tercio del buttercream, que dejaremos de rosa clarito (lo metemos en la primera manga, con la boquilla que más nos guste, nosotros utilizamos la boquilla lisa), y seguimos tiñendo los dos tercios restantes con más colorante hasta obtener el tono intermedio.
- Retiramos el segundo tercio del buttercream (la mitad de lo que queda en el bol) a otra manga con boquilla rizada y añadimos aún más colorante para obtener el buttercream de color más oscuro de todos, que pondremos en otra manga con boquilla rizada.
- Ponemos una base de cartón sobre el stand giratorio, que fijaremos con una pizca de buttercream, y colocamos el primer bizcocho. Decoramos con los tres colores de crema a nuestro gusto y colocamos el siguiente bizcocho, apretando un poco y nivelando.
- Procedemos de igual manera hasta colocar todos los bizcochos y acabamos decorando la superficie del último piso con el buttercream de colores. Llevamos un ratito a la nevera para que el buttercream se ponga más firme.
Esta tarta corazón de San Valentín es éxito seguro porque deslumbraréis a propios y extraños, lo que en el cine llaman un robaplanos. Y, después de leer nuestra explicación, no resulta tan difícil, ¿verdad? Sobre todo disponiendo de los utensilios de pastelería adecuados.